Poco a poco...



Van muriendo los días detrás de tí y por delante de mí. No existen las urgencias, sólo tu ausencia y mi perpetua nostalgia.

Los vientos de la muerte se robaron las horas, los años. Pero en el profundo y negro cielo de la noche está tu voz y está tu luz. Y es allí donde tal vez otros mundos sean posibles, con verdades más tiernas y realidades que se puedan inventar. Mundos intangibles que parezcan fantasías, sin dolores y sin olvidos; sin ausencias...

Allí volveremos a ser felices, jugando eternamente en los infinitos hologramas de la infancia, replicados por siempre en la piel intangible del universo. Pero hoy me desgarra la pena...

En el mientras tanto voy viviendo despacio para que me alcances y muero poco a poco para reencontrarte...