Paren el mundo, me quiero bajar!


Cómo seremos de ilusos que creemos que permanecemos quietos en la butaca de un cine durante dos horas, o leyendo un libro durante una hora en un mismo lugar, cuando en realidad el vehículo espacial que habitamos nos ha trasladado lejísimos de donde creemos estar.

Cuando terminamos la película, estamos 216 mil kilómetros más lejos que donde estábamos cuando se apagaron las luces del cine… o el libro lo cerramos 108 mil kilómetros después de haber leído la primera frase!